El ministro de Educación francés, Gabriel Attal, denunció hoy que un director de un centro educativo recibió amenazas por parte de un padre después de que se le negara la entrada a su hija por llevar una abaya, las túnicas negras y largas que usan las mujeres musulmanas y vetada por el Ejecutivo en escuelas.
«Ayer hablé por teléfono con el director. Obviamente le aseguré todo mi apoyo, el del Gobierno y el del Estado, frente a estas amenazas que son inaceptables e indescriptibles», manifestó Attal al comentar lo ocurrido en Clermont-Ferrand, ciudad ubicada en el departamento del Puy-de-Dome, en el centro del país.
En cuanto al padre de la joven, fue detenido el jueves por la noche después de que el director de la escuela Ambroise Brugière presentará una denuncia y será juzgado a finales de octubre «por amenazas con el fin de intimidar» a un funcionario público, consignó la agencia de noticias Europa Press.
Por su parte, el presidente del Consejo Regional de Auvernia-Ródano-Alpes, Laurent Wauquiez, aseguró que hay que defender con «determinación» y «firmeza» la medida ante las «amenazas» contra el personal educativo.
La abaya es una túnica cubre la totalidad del cuerpo, excepto rostro, manos y pies, y es utilizada habitualmente en países magrebíes y árabes.
El uso de la abaya en las escuelas se prohibió en agosto luego de que el Gobierno de Emmanuel Macron consideraba que infringía las normas sobre laicidad en la educación.
Esta prohibición fue aplaudida por las fuerzas políticas de derecha pero la izquierda argumentó que representaba una afrenta a las libertades civiles.
Según el ministro Attal, al menos 298 alumnas se presentaron el primer día de clase en los centros educativos con esta vestimenta, de estas, solo 67 personas se negaron a cambiarse y fueron enviadas a casa.
El hecho del centro educativo en Clermont-Ferrand se produce después de que el Consejo de Estado de Francia haya rechazado una petición presentada por la asociación Acción Derechos de los Musulmanes, que defiende los derechos de la comunidad musulmana, para derogar la prohibición decretada por el Gobierno.
El Consejo, máxima instancia judicial administrativa, argumentó que la prohibición de la abaya «no afecta» al «derecho de la vida privada, a la libertad de culto, al derecho a la educación y al respeto del interés superior del niño o al principio de no discriminación».
También subrayó que el uso de esta prenda «se inscribe en una lógica de afirmación religiosa, tal y como se desprende de las observaciones realizadas durante los diálogos mantenidos con los estudiantes».
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